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Lindo Comentario
Hoy recibimos un mensaje de un señor de nacido en el pueblo llamado Yiyo Clark, apellido legendario del pueblo por lo que hicieron sus mayores.
En este mensaje el amigo saludaba a otras amigas de esta página, Coca y Tona Cañete quienes nos habían mandado algunos de sus recuerdos que fueron publicados con antelación en la página.
Yiyo nos decía esto
YIYO CLARK
El siguiente texto le ha sido enviado en vía su formulario de contacto de su pagina Web: A COCA Y TONA CAÑETE: MIS MAS CALIDOS SALUDOS Y MUY LINDO LOS RECUERDOS, SI JUNTAMOS CADA UNO LO SUYO, MEJOR TODAVIA. UN BESO YIYO CLARK Después de este mensaje le enviamos a nuestro amigo Yiyo que se sume a la página del pueblo y que nos cuentes sus recuerdos y todo lo vivido en el pueblo para que los que hoy están allí sepan como se vivía en el pueblo hace unos años atrás.
Yiyo Clark gracias por ser parte de este espacio te invitamos a participar
################################################## 1942 1960 (S.A. Weisburd Cía. Ltda.)
Fecha y nombre de un pueblo que nacía con intención de ser grande, así de grande lo pensó este señor que no solo desarrollo un lugar donde trabajar, sino que también hizo de este lugar un pueblo con todo lo necesario para hacer notar que estaba allí.
Creo sus casas, todas de ladrillos todas con el mismo estilo cada una con sus cocinas económicas istilart y hasta con un dispositivo que podía tener agua cliente, sus arcadas en formas de media lunas, sus tejas rojas que hacían contraste con el verde del monte que daba un sensación de estar en un nuevo mundo.
Sueños o utopia convertida en una realidad, quien podría creer que en esos años donde la tecnología era escasa pudiera surgir un proyecto de tal magnitud, hoy que todo lo tenemos a la mano no somos capaces de realizar un plan donde se pueda hacer algo para que el pueblo sea al menos la mitad de lo que fue.
Que tan grande es lo que pensó este señor que no solo hizo las casas para su gente sino que también se priorizo la salud e hizo un hospital que cubriera todas las necesidades de sus empleados, un visionario, orgullosamente pueblerino, hoy se ve, se nota, se siente que estamos en horas de cambios, por la memoria de don Israel, por quienes dejaron sus vidas en pos de un futuro mejor, hoy debemos iniciar un cambio, en búsqueda de una nueva vida, por los niños que vienen al mundo en el lugar, para que tengan su dignidad intacta, hoy deseamos que quienes gobernaron con sabiduría hasta hoy el destino del pueblo den un paso al costado y que nuevas personas puedan concluir con todos los proyecto que iniciaron los que hoy son gobierno, como muestra de grandeza deberían dar un paso al costado y dejar que otros con otras ideas se hagan cargo del pueblo.
el pueblo contaba con escuela, con amplio salones donde los niños del pueblo podían estudiar cómodamente, también tenia una carnicería con su propia producción de animales, pues entonces había que darle al pueblo los suministros para poder hacer que sea un pueblo sano, entonces nació el almacén de ramos generales donde cada uno de las personas que trabajaba podía proveerse de todo lo necesario para su vida, comida de primera calidad, también podía vestirse, tener los útiles para sus hijos estudien o hasta algo para mitigar la soledad de aquellos hacheros que medio el monte vivan por semanas y necesitabas instrumentos como una guitarra o una armónica muy de moda por esos tiempos.
Se podía escuchar desde lejos el sonido del pito sonando en la madrugada en pleno silencio, su sonido trazaba el aire como un látigo para llamar a trabajar a los obreros, como su fuera un verdadero ritual primero comenzaba a sonar el pito y luego casi de inmediato de encendía los motores generadores de luz, y luego de un rato comenzaba a desfilar los hombres que por turnos rotativos le tacaba esa semana de mañana, es decir tenia que soportar el frío que por esos tiempo era bien cruel, o la escuela con su campana de bronce sonando para indicar que era la hora de entrada, en esas mañana de sol naciente sonaba esa campana que el tañido del bronce parecía como si fuera que la teníamos dentro de casa, en ambos casos era un verdadero espectáculo ver la entrada de los obreros a trabajar como los chicos a estudiar, esa era una época de un pueblo pujante con deseos de ser grande.
Ya comenzó el día, la actividad se hace sentir, el firme golpe de los martillos que moldeaban pedazos de hierros para reparar los vagones del ferrocarril, también se escuchaba sonido como una canción melodiosa las poleas del taller donde estaban los tornos que servían para hacer esos trabajos donde se necesitaba la precisión de un buen encastre, pero si afinábamos los iodos seguro escucharíamos a los dulces sonido, una zorra, hacías que sus ruedas sonara como si se quejaran, seguro lo recuerdan, era un toc pero con eco como si fueran dos sonidos al mismo tiempo, todos estos sonido mezclados
con el piar de una gallina llena de pollitos comiendo en el patio de cualquier vecino, el valar de alguna chiva ya que eran muchos los que tenia una para consumo familiar, algún chango montado en algún burro gritando con fuerza “BUUURROOO” “BUUUUURROOOO” para hacer que corra un poco mas rápido, ese era mi pueblo el que deje, el que quiero recuperar.
Ni sueños ni utopia, que sea una realidad, quiero ver como el pueblo recupera su espacio, su lugar en el mundo, quiero escuchar los sonidos del progreso, no podremos ya escuchar el tren a vapor pasar casi como si pidiera permiso al aire para pasar haciendo fuerza como si sufriera en cada vuelta de su ruedas, ya no veremos a eso hombres cargar leña en las calderas para que el tren camine, ni veremos evacuar el vapor sobrante cono fuerza para los costados formando una nube que daba miedo, allí paso el tren con su ruido ensordecedor, de nuevo el silencio y en ese silencio sonaba a lo lejos un CRESPIN con su sonido reiterativo hacia que cualquier niño prestara atención y nuestros mayores siempre atentos nos decían que si seguíamos al crespín nos llevaría hacia el monte y nos perderíamos, quien sabes si solo era un mito o una leyenda, la cuestión es que siempre hicimos caso a las palabras sabias de nuestros mayores.
Ahora podemos recorrer el pueblo caminamos desde el centro del pueblo hacia lo que fue la administración, camino a ese lugar nos encontraríamos con el correo y la comisaría sus calabozos usados por algún que otro borracho para dormir la macha después de una noche de baile, también estaba el correo y lo que recuerdo de el ese sonido característico de cada vez que colocaba un sello en las cartas o en las estampillas golpes secos y rápidos hoy no me explico como hacia para acertarle en el lugar donde debía ir el sello ya que la velocidad en que se movía la mano era muy difícil acertar con el lugar donde debería ir el sello.
Pasamos estos puntos del pueblo y nos encontrábamos con la administración casi en frente a ella el almacén con un montón de personas yendo y viniendo en búsqueda de sus alimentos, al frente del almacén esta la carnicería allí también mucha historia por contar, estoy mas que seguro que cualquiera de nosotros tenemos una aneadota por contar, ya esta hemos caminado el pueblo ahora solo nos falta pasar por la iglesia y el cine, el cine que recuerdos seguro si las paredes hablaran contaría miles de historias de amor.
Ya les conté del pueblo que soñó un señor que vino desde una Rusia helada y que nos dejo un legado por el cual creo que tenemos que pelear ahora, seguro que me dirán tantos años dejamos pasar, es verdad pero la vida nos esta dando la chance hoy de poder y querer hacer algo para tal vez poder volver a dejar mis huesos allí que es mi lugar.
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Todo estaba en pleno funcionamiento, nuestro padre era el electricista del pueblo.
![]() Nuestro abuelo un hombre con conocimientos de cómo moldear el bronce y el acero a altas temperaturas, el fue quien con mucho ahínco y dedicación logro fundir el busto de don Israel Weisburd, hoy con orgullo puedo decir ese es mi abuelo.
En ese momento Weisburd era una verdadera potencia industrial, muy adelantada para la época y sobre todo el lugar, teníamos un hospital, una escuela con muy buenos maestros, casas perfectamente acondicionadas hasta con agua corriente y luz eléctrica, un almacén de ramos generales con comestible e indumentaria y todo lo que se necesitaba para vivir dignamente.
Lo que no se, es si los jóvenes de esta generación tienen conocimiento de lo que fueron nuestros mayores, aquellos que hoy ya no están, hoy solo quedan pocas personas que pisan los 90 años que son los que hicieron la historia grande de Weisburd, son ellos los que vivieron el esplendor de un pueblo pujante, son ellos los que hicieron importante a un pueblo perdido medio el monte.
Muchas familias fueron condenadas al destierro por falta de medios de vida, el trabajo escaseaba y los que hoy pintamos algunas canas decidimos partir hacia un nuevo horizonte en búsqueda de un proyecto de vida mejor, para todos ellos los que nos fuimos seguro que cada una de las fotos que hoy vemos nos llena de nostalgia y nos duele el desarraigo, es por ello que hoy me atrevo a escribir para contarles que ni la distancia, ni el tiempo lograra que nos olvidemos de nuestro pueblo.
Weisburd es nuestro corazón, nuestro sentir, nuestro vivir ya que es parte de nuestra vida misma.
Weisburd nunca te olvidaremos.
Orgullosamente Santiagueñas.
Esta nota fue enviada por las señoras Coca y Tona Cañete
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Para quienes puedan leer esto les propongo que hagamos un simple ejercicio, cerremos los ojos y tratemos de volar hasta eso días de nuestra infancia, yo en uno de eso ejercicios me encontré mirándome como si estuviera en una tercera dimensión, mi mente viajo al pasado y me encontré viviendo uno de esos día donde de changuito mi obligación era ir al colegio, recuerdo ese tremendo patio lleno de guardapolvos blanco, todos impecables, bien planchados almidonados, las rayas de las mangas hasta podría cortar por lo perfecta que eran, ahh les cuento la mayoria estaban planchado a plancha a carbón, doble merito eso esta mas que claro no.
Aunque eso era el primer minuto del día, ya que cuando volvía a mi casa por lo general volvía manchado con tierra ya que seguro lo usábamos para hacer de arco de uno de esos partido de futbol que se armaba en cada recreo.
No bien termine de recordar esto, mi mente me puso como una foto en blanco y negro todos los juegos que participábamos, “la chusa” “la chanta” “la bolilla” “el trompo” ahhh me olvidaba el futbol el juego que casi todos elegiamos.
La chusa consistía en tener la puntería y un lápiz bien afinado en su punta, para poder ser certero y hacer que el lápiz que yacía en el piso de tierra para que el otro se disponga a tratar de acertar un chusazo, claro que no era nada fácil ya que no tenia mucha superficie donde acertar el certero golpe para poder seguir tirando, ya que era tres tiro por cada uno y si se acertaba según como fuera refilón o de lleno le daba mayor cantidad de tiros un refilón valía un tiro mas, de lleno tres tiros, lo malo era que encontráramos a un compañero hábil y que terminara con nuestro lápiz todo magullado o hasta partido a la mitad.
La chanta era una arandela de plomo que por lo general tenia el peso que nuestras manos y brazos pudiera manejar ya que teníamos que pararnos a una distancia no menor a 20 metros, desde allí y uno por turno se lanzaba esa arandela de plomo para ver quien mas cerca quedaba de la parada que por lo general eran monedas esas las del caballito, se acuerdan?
![]() También podíamos jugar a la bolilla, que lindo era jugar a ese juego por que de verdad teníamos que armarnos de una estrategia para poder ser el mejor en el juego, teníamos que saber poner en juego nuestro tesoro que era la bolsa con bolillas cada una con su nombre correspondiente, la mejor siempre era nuestra “terita” a la que depositábamos toda nuestra fe para poder llegar mas cerca de la parada para poder ser el primero en tirar así tener la oportunidad de llevarnos las mejores poder sacar de ese circulo donde se paraban las bolitas que estaban en juego por lo general era tres o mas por changuito, no era fácil poder llegar a estar primero para poder ser el que inicie el tiro para poder sacar las bolillas que estaban dentro de un circulo o un triangulo todas aquellas que salían del circulo o el triangulo eran nuestras, había que ser hábil para poder ganar y no terminar todos paspado y llorando por la perdida de todo nuestro botín. El trompo…. ![]() También estaban la chinitas con sus juegos el mas común era las payanas un juego con 5 piedras que tenían que manipular con una mano haciendo varias suertes que le daban a las mas osadas hacer cosas insospechadas no era nada fácil tirar por los aires 5 piedritas de un centímetro por lado y volver a atraparlas sin perder una, rondas de cuatro o cinco chicas que jugaban y reían cada vez que una de ellas perdía, podemos hablar tambien de saltar la cuerda, o del elastico, juegos de mujeres
Que tiempos aquellos, la verdad yo no podría decir que son mejor que los de hoy, solo puedo decir que la melancolía me lleva a pensar que en ese momento vivido los niños de esa época teníamos menos compromisos que hoy, menos exigencias, pero también tengo claro que no todo tiempo pasado es mejor, imagino que cada tiempo por venir es mejor ya que es lo que tenemos para vivir.
Weisburd pueblo mío de aroma de madre selva en flor y de sol penetrante como cuchillos afilados, donde quedaron mis sueños, mis ilusiones que algún día iré en su búsqueda, seguro están allí como cada unas de la historia de los que una vez nos fuimos dejando amigos familia nuestros espacios.
Una ves uno des mis mayores me dijo, hijo Weisburd no tiene rienda pero sujeta y esa noche mientras viajaba en el tren desde Weisburd a Quimili llore todo el camino con deseos de hacer que ese tren volviera al pueblo, hoy siento esa misma sensación.
Ya llegara el día que regrese a mi pueblo.
Una simple historia de vida de alguien que por ser parte de un lugar siente la necesidad de expresarlo.
Weisburd nunca quedara en el olvido por que quienes de allí salimos seguro lo llevaremos en el alma aun que nunca podamos volver
Fin de estos locos recuerdos
Un pueblerino mas -_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_- |
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